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Sapiensex en la Radio: Otras formas de amar- Claves del buen amor

El pasado mes de febrero, durante el programa nº 60 de Dos Rombos, el Programa de Sexo de Radio Luna se trató el amor y las relaciones de pareja.

La semana anterior, durante la emisión en streaming del programa, a través de facebook surgió un debate muy interesante sobre el amor romántico. José Manuel Franco y Manuel Zamora surgieron preguntas como que qué somos: ¿Medias naranjas o naranjas enteras? Si necesitamos una pareja para ser feliz?, o incluso ¿Cuál es el fin último de la existencia humana?

Preguntas que me hicieron reflexionar sobre cómo idealizamos el amor como un todo, algo que nos va a dar la felicidad y sin lo cual no podremos realizarnos verdaderamente.

Puedes escuchar el programa entero en Dos Rombos: programa de sexo

San Valentín, Walt Disney, el cine comercial a través de sus películas románticas y las comedias románticas… Nos venden una idea de amor como la panacea de la felicidad.

Sin embargo, cuando miramos a nuestro alrededor vemos:

– que 1 de cada 3 parejas se divorcia en España,
– Escuchamos frases hechas entre los varones del tipo “te casaste, la cagaste”, hombres que se quejan de que sus chicas les cortan las alas
– Y quejas de mujeres sobre cómo sus chicos no se preocupan por ellas como les gustaría y no se responsabilizan de los cuidados en el hogar.
Uf, vaya frustración, culpa, resentimiento… ¡En aquello que nos debería dar la felicidad!

Me recuerda a aquello que dice Elena Simón y es tenemos la receta para el amor romántico, pero no nos sale buena. y probablemente ésto sea porque los ingredientes no son los adecuados.

Entonces, ¿Qué está pasando Para que no lo cambiemos?

Yo creo que, como decía Juan Luis Anta, un prof de la univ de Jaen, que el amor es un poderoso elemento de márketing, por eso se ve en muchos productos:
Viajes en crucero: y se ve a una parejita feliz,
Dos por uno: en pareja,
Los cuentos infantiles que nos dicen: “se enamoraron y luego fueron felices y comieron perdices”

Pero no nos cuentan nada más. No nos dicen si ella era vegetariana o si él luego se enamoró de un compañero batallas, si se separaron o si decidieron dejar el castillo y hacerse budistas.
No. La historia se queda ahí, congelada y no nos explican qué debería pasar para que si fueran felices los dos protagonistas del cuento incluyendo su relación de pareja. Y esto es sobre lo que me gustaría hablar hoy.

Así que ahí va mi pregunta Sapiensex:
¿Cómo sé si tengo una buena relación de pareja? Decirme tres claves

Yo os propongo 5 claves para ir comenzando…

Clave 1: variedad y equilibrio

Bueno, está claro que el amor es necesario que existe. Pero ojo. ¡CON EL AMOR NO BASTA!
Debe haber respeto, sinceridad, cariño, empatía, diversión, juego, complicidad, cuidados… uf, ¡qué de cosas! Y todas ellas serán aportadas por ambas partes y de manera simétrica.
Es decir, nada de medias naranjas: si no dos naranjas enteras, o una pera y una manzana, o un kiwy y un melocotón… ¡qué más da si ambas personas decidimos compartir nuestro jugo!.
Construir relaciones compatibles, no complementarias. No te necesito, pero si estoy contigo soy más yo.

Clave 2: Autonomía y cuidados

Si hacemos un cuestionamiento desde la perspectiva de género vemos que como mujeres, yo debo saber quién soy, qué me gusta, qué cualidades tengo. Y básico yo debo ser protagonista de mi propia vida.

Esto, en general a los varones les cuesta menos, pues protegen su espacio y su tiempo propio (permitiéndose ir al gimnasio, a ver el fútbol, participar en la peña o agrupación religiosa o simplemente para jugar a la play) mientras que las mujeres nos entregamos al amor en cuerpo y alma y nos dedicamos tiempo a nosotras en caso de que no se lo tengamos que quitar a la pareja o los hijos.

Para entablar relaciones sanas e igualitarias, es imprescindible desarrollar la autoidentidad: Saber quién soy, qué me gusta, qué me sienta bien y mal… y luego, poner en práctica la autonomía. Disfrutar de la soledad y de los diversos amores, claro está, también del propio.
Por parte de los varones, es interesante aprender a conectar con las emociones y saber expresarlas. Los caballeros son duros y fuertes y llevan armadura. Pero a más de uno le pasa como al caballero de la armadura oxidada… aquel del que nos hablaba Robert Fisher en su libro.

También es bueno desarrollar actitudes de cuidados. No de dar lo que creo que te va a venir bien, si no lo que tú me dices que necesitas. Antiguamente esto se traduciría a un… “te voy a llevar al cine, por ejemplo. Y yo lo que propongo sería algo así como dónde te parece que vayamos… a mí me gustaría ir al cine, ¿Y a ti?

Esto puede sonar a antiguo y que ahora no pasa, sin embargo, os pongo un ejemplo cotidiano en la gente joven: en los parques de skate, los chicos patinan mientras las novias miran. En el deporte, los chicos juegan al fútbol y las chicas animan. En los grupos de música, los chicos tocan y ellas aplauden.

Pero… cuántos chicos acompañan sin rechistar a sus parejas a ver pelis románticas, compras o sus entrenamientos de gimnasia rítmica? Pocos. Pues esto es considerado cosas de chicas.
Eso sí, está genial que las chicas quieran jugar al fútbol, hacer acrobacias con sus patinetes y tocar en un grupo de música. Pero si lo eligen por ellas, no porque les guste a sus novios. A ver si vamos a acabar como Julia Robert en la peli novia a la fuga: comiendo los huevos que le gustaban a cada uno de los novios que tuvo, ¡cuando a ella ni siquiera le gustaban!

Así que esta era nuestra segunda clave: Desarrollarnos como personas y cuidar a nuestra pareja.

Clave 3: 1+1=3

En el amor, las matemáticas no son exactas. En el amor: 1+1=3
No somos tú + yo= nosotros.

No somos 1, somos un equipo. Si sólo hay uno. Alguien desparece.
Somos un equipo. Sabemos que todas las piezas son necesarias y todas son IGUAL de importantes.

Clave 4: Comunicación-Negociación

Ahora, para cualquier cosa que yo hago en mi vida, lo medito y valoro detenidamente; Lo que quiero estudiar, dónde pasar mis vacaciones, en qué lugar quiero vivir… Pero para algo tan importante como es compartir parte de mi proyecto de vida ¡no pienso nada! Si te quiero, pues ya está. Sin tener en cuenta qué proyecto de vida quiere tener cada cual. Qué valores básicos compartimos, qué forma de resolver los conflictos tenemos, cuáles son nuestras necesidades vitales…

Es decir, Si yo me compro un móvil y tengo 4 folios de contrato en letra enana cómo puede ser que cuando me vaya a vivir con mi pareja o quiera ser madre o padre no me plantee cosas más profundas como el reparto de responsabilidades y los cuidados mutuos?

Pues así pasa luego, que a pesar de querernos mucho, y de casarnos con bombo y platillo, llega un punto en que no nos aguantamos y comenzamos a comportarnos como dos grandes desconocidos.

Una vez, estaba visitando un pueblo hermoso de Galicia cuando me encontré con que estaban en fiestas. Y da la casualidad que era el día de la renovación de los votos. Un ritual de origen celta que viene a decir algo así que los votos en la pareja deben ser renovados anualmente.

La verdad es que no he investigado más sobre el asunto y desgraciadamente, hoy no me acuerdo del nombre de éste municipio (si alguien lo sabe, por favor, que nos lo diga!!)
El caso es que a mí esto me dio una clave. Si en nuestra sociedad, cuando comenzamos una relación de pareja somos capaces de expresar lo que queremos y construir –diseñar conjuntamente nuestra relación, periódicamente podríamos ir revisando cómo va todo. Cómo nos sentimos, qué echamos en falta qué valoramos… Sería como una hoja de ruta sobre la que poder hacer una valoración cuanti y cualitativa. Y rediseñar valorando lo que sí funciona y proponiendo cambios para lo que no.

Sí, ya sé que esto suena muy mal, muy poco romántico, muy preparado… Pero estoy convencida que para lo que serviría sería para que supiéramos que es importante escucharse, llegar a acuerdos y alimentar la relación. La pareja es una parte del proyecto de mi vida y quiero saber cómo quiero que sea. Es necesario revisar éste proyecto periódicamente y negociar hacia donde queremos dirigirnos.

Clave 5: diferencias entre ideal y real.

El amor es un sentimiento, lo sientes o no. Da motivación y fuerza. Pero no es algo todo poderoso. Es sólo un ingrediente más de la receta total. Yo puedo tener un ingrediente muy bueno, pero si el resto de los componentes no acompañan… es mejor cambiar de receta.
Es necesario dejar de idealizar: no esperar que mi relación de pareja se adapte a lo que yo deseo, si no observar desde un prisma de realidad lo que ésta relación me aporta.

Así que 5 conclusiones clave:
Clave 1: variedad y equilibrio
Clave 2: Autonomía y cuidados
Clave 3: 1+1=3
Clave 4: Comunicación-Negociación
Clave 5: diferencias entre ideal y real.

Y bueno, seguro que hay muchas más claves, pero por el momento, creo que con éstas podemos comenzar a cocinar.

Y para aderezar nuestro guiso os recomiendo algunos libros que nos ayuden a seguir reflexionando: Hoy os traigo el de 4 maestras que se alejan de las historias de best seller que en vez de ayudarnos a crecer como personas nos inducen a pensar que el amor todo lo puede, cuando, siento deciros, que esto no es verdad.

– El poder del amor: de Anna Jonasdotir
– Claves feministas para las negociaciones en el amor, de Marcela Lagarde
– El amor no es como nos lo contaron… Ni como lo inventamos, de Clara Coria
– O los vínculos amoroso, de Fina Sanz

Si te has quedado con ganas de escuchar el programa puedes escucharlo a través de http://www.sapiensex.com/blog.

!Hasta el próximo Espacio sapiensex!