Dos Rombos

Sapiensex en la radio: Lactancia y placer

¿Es la lactancia un hecho placentero?, ¿puede llegar a producir orgasmos?, ¿Sentir esto es algo perverso o más bien fruto de natural de nuestra propia biología?

En el mes de octubre, en el Espacio Sapiensex del programa de sexo de Dos Rombos de Radio luna estuvimos debatiendo sobre lactancia y placer.

Si quieres escuchar el programa entero, o solamente el espacio Sapiensex, pincha aqui

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Y si quieres leer lo que ahí se habló, puedes seguir leyendo:

Preparando éste espacio Sapiensex encontré en un foro de madres en las redes sociales el siguiente comentario:

– Soy madre primeriza que he decidido dar el pecho por los beneficios que le aporta mi leche, y porque me parece un acto único de unión madre e hijo. El problema es que cada vez que me pongo a dárselo me excito muchísimo, hasta un punto que no es normal. Me gustaría que me dijerais si a alguna os ha pasado alguna vez, y si es así como lo habéis solucionado, porque llega a ser algo muy incómodo. Gracias por adelantado.

– Y en vez de ayudarle realmente una de las respuestas decía: no sientas vergüenza, es normal, hasta aquí todo iba bien pero remata la frase diciendo… trata de relajarte para que se te pase, distráete.

– Pero continúa empeorando la cosa… con otra respuesta: De verdad q eso q cuentas …………….
no me lo puedo creer…………..como algo tan inocente como dar de comer a tu propio hijo puede producirte esa sensación, seguro q no te lo inventas, post como el tuyo solo me producen enfado y mucha trizteza, ¡tú misma!
Y siguen…
– No entréis a trapo, Regularmente se cuelan en los foros sobre lactancia gente que busca morbo con el tema de la teta. Si buscais el perfil, encontréis que el otro sitio donde escribe ha sido sobre experiencias lesbianas. Lo debe llevar mal la compañera de habitación con los lloros el niño

Bueno, sin palabras, ¿¿¿verdad???

Así que creo que se hace imprescindible desmitificar este tabú y dar lugar al placer, también durante la lactancia, así que ahí va mi pregunta Sapienex:

¿La lactancia materna puede ser placentera para la madre?

Recuerdo en un taller Sapiensex con profesionales que impartí en la universidad de Málaga a través de la Asociación de Igualdad de Género Universitaria, lancé esta pregunta y una de las asistentes contestó con un sí rotundo.

Teníais que ver la cara de las personas que la acompañaban. Se les salían los ojos de las órbitas. Como a las mujeres del foro sobre maternidad, bueno, no tanto, la verdad. Decían:

– ¿Cómo?, ¿Pero eso cómo puede ser?

E igual que los hijos y las hijas no pueden concebir que sus madres sientan placer sexual y les cuesta pensar que su existencia es fruto de un coito, hemos crecido pensando que la maternidad es un acto de amor y entrega puro al estilo de la virgen María.

Aquí, nuestra cultura de tradición judeo cristiana tiene mucho que ver. Pareciera que dar de mamar es un acto de generosidad sublime donde la madre obtiene el placer de observar a su criatura alimentándose. Y ni ella ni el bebé obtendrán placer sexual de éste hecho. Como decían en el foro de madres: “alimentar a tu hijo es un acto inocente.”

La psicóloga y sexóloga perinatal Elena Crespi Asensio comenta que las mujeres deberíamos comprender que nuestro cuerpo está respondiendo con sensaciones de placer a un momento de conexión con sus bebés, con sus cuerpos y con ellas mismas. No todas las sensaciones de placer que etiquetamos como sexuales tienen que tener las connotaciones que les damos. A veces, sería más sencillo reconocer que el cuerpo puede producir placer en muchos momentos y el de la lactancia es uno de ellos.

Pareciera que pensar que ella puede sentir placer sexual es algo perverso y abusivo. Sin embargo nada más lejos de la realidad. Y para comprenderlo, no hay más que entender nuestra biología.

Como ya sabemos, los seres humanos somos seres sexuados desde que nacemos, y una de las funciones de nuestra sexualidad es compartir, comunicar, disfrutar y conocernos. No nos sexualizamos a partir de la adolescencia, como siempre se tiende a creer, si no desde antes incluso de nacer.

Lo vemos en una niña que se frota su pubis contra el brazo del sofá, el niño que se toca la colita cada vez que le quitan el pañal, la parejita que se explora sus genitales mutuamente o que le quieren tocar las tetitas a su madre porque le sorprenden lo grandes y blanditas que son. Eso es sexualidad infantil, pero también los lametazos, las fricciones, los roces, los babeos del bebé sobre la teta de su madre… a quien le resultan plenamente placenteros, y por supuesto sexuales. Son formas de sentir, conocer y reconocer el propio cuerpo, así como el de quien nos sostiene.

Parece que todo lo que no se relacione con la genitalidad, no es sexual. Y dar de mamá, aparentemente no es genital.
Las pulsiones sexuales durante los primeros meses de vida no son consideradas sexualidad, por eso no han sido censuradas socialmente.
Sin embargo, ¿¿¿dar de mamá no es un acto genital???

¡Pues me alegra deciros que sí!

Ambroise Paré cirujano y obstetra del siglo VXI ya decía que “existe una simpatía de las mamas a la matriz, porque acariciando el pezón, la matriz se deleita de manera especial y siente un temblor agradable porque éste pequeño extremo de la mama tienen un delicado sentir, debido a las terminaciones nerviosas que tiene: con el fin de que los pezones tengan afinidad con las parte que sirven a la generación , y también para la mujer ofrezca y exhiba con mayor agrado sus pechos a la criatura que se los acaricia dulcemente con su lengua y su boca. Con lo cual la mujer siente un gran deleite. ¡!Esto lo dijo en 1575!!!

Así que una de las explicaciones son las conexiones nerviosas entre mamas y útero y la otra tiene que ver con una hormona muy importante La oxcitocina conocida como la “hormona del placer u hormona del amor”, que es segregada durante la lactancia. Esta hormona es la responsable de que muchas madres sientan un cosquilleo antes del reflejo de eyección o salida de la leche, y que el placer continúe durante todo el proceso de alimentación.

La oxcitocina se segrega en la parte posterior de la hipófisis, en el cerebro, pero también es segregada por tejidos, tales como los testículos y los ovarios.

La oxcitocina se produce mediante la estimulación del pezón, al estimular el útero y el cuello uterino (durante el sexo), cuando alguien da o recibe un masaje y cuando el bebé se mueve por el canal de parto. Por eso los partos serían más placenteros si estuviéramos más conectadas con nuestro útero y no nos hubieran hecho creer eso de “parirás con dolor”.

También actúa sobre los ovarios y los testículos, ya que se libera durante el orgasmo sexual y llega al órgano diana que es el útero. Hombres y mujeres segregamos oxcitocina durante las relaciones sexuales y las mujeres también durante el trabajo de parto, ya que causa las contracciones necesarias para se produzca el parto.

Otro órgano diana de la oxcitocina es la mama. La oxcitocina es responsable de la estimulación de las células musculares que rodean los alveolos que son unas células de nuestras mamas, y estas células hacen que el tejido mamario se contraiga y así causan la expulsión de la leche hacia los ductos lactíferos.

Esta hormona es inhibida por la adrenalina, por lo que es importante no estar estresada antes de poner al bebé al pecho o antes de extraer la leche.
¿Por qué muchas mujeres no lo cuentan?
Unas, por vergüenza. Cómo se van a permitir contar que sienten gustito con el temor a que se las censure y critique. Y otras porque ni siquiera se han permitido conectar con su útero.
Esto es muy normal en nuestra sociedad. No tenemos conciencia de él.

¿Cómo podrías tener partos menos dolorosos y lactancias placenteras?

Reencontrándonos con nuestra sexualidad y en especial con nuestro útero. Como dice Casilda Rodrigáñez Bustos en su libro: “pariremos sin dolor”, es importante comprenderlo, mecerlo con movimientos de pelvis, activarlo con orgasmos.
Y dejarnos llevar por la intuición de que sabremos hacerlo bien durante el parto y la lactancia. Los nervios activan la adrenalina, y esta inhibe la producción de oxcitocina, así que relájate y disfruta.

Y por mi parte… nada más, nos vemos en el próximo espacio Sapiensex del programa de radio de Dos rombos en Radio Luna y mientras… en el blog http://www.sapiensex.com/blog/